El turismo en Corea del Norte está estrictamente regulado por el gobierno. Los visitantes suelen alojarse en hoteles aprobados por el estado en la capital, Pyongyang, como el icónico Hotel Ryugyong o el Hotel Yanggakdo, que a menudo ofrecen una variedad de comodidades que incluyen restaurantes, piscinas e instalaciones recreativas. Sin embargo, no se permite la exploración independiente y todas las actividades deben llevarse a cabo bajo la supervisión de guías del gobierno. Se recomienda encarecidamente consultar las advertencias de viaje actuales antes de planificar una visita.