Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo, es un punto caliente de biodiversidad y un paraíso para los entusiastas de la naturaleza. El mejor momento para viajar a Madagascar es durante la temporada seca, que se extiende desde abril hasta noviembre. Este período ofrece temperaturas agradables, menor humedad y lluvias mínimas, brindando condiciones óptimas para explorar la flora y fauna únicas de la isla. Madagascar es conocida por sus diversos ecosistemas, que incluyen exuberantes selvas tropicales, árboles de baobab y una costa prístina. Durante la temporada seca, puedes embarcarte en aventuras de vida silvestre, como avistar lémures en parques nacionales como Ranomafana y Andasibe-Mantadia, o explorar los paisajes de otro mundo de Tsingy de Bemaraha. Vale la pena señalar que las tierras altas centrales pueden ser frescas durante los meses de invierno (junio a agosto), por lo que es recomendable llevar ropa abrigada. La temporada de lluvias, de diciembre a marzo, trae lluvias intensas y ciclones a ciertas regiones, lo que dificulta los viajes y las actividades al aire libre. Sin embargo, algunos viajeros pueden encontrar atractivos los paisajes verdes exuberantes y los lémures bebés nacidos durante este período. Es importante planificar tu itinerario y actividades de acuerdo, ya que las condiciones de la carretera pueden ser más difíciles durante la temporada de lluvias. En general, visitar Madagascar durante la temporada seca ofrece las mejores oportunidades para explorar su rica biodiversidad, encontrarse con una fauna única y experimentar sus maravillas naturales.