El mejor momento para viajar a Greenland, la isla más grande del mundo ubicada en la región ártica, es durante los meses de verano, de junio a agosto. Este período ofrece temperaturas más suaves, horas de luz más largas y una mejor accesibilidad para explorar los impresionantes paisajes y la fauna única de la isla. Greenland es conocida por sus fiordos helados, glaciares imponentes y vida silvestre ártica, incluyendo osos polares y ballenas. Durante el verano, puedes embarcarte en tours en barco para presenciar enormes icebergs, hacer caminatas por senderos pintorescos y visitar asentamientos remotos de inuit para aprender sobre su cultura y forma de vida. Las temperaturas promedio oscilan entre 5 y 15°C (41-59°F), lo que proporciona un clima relativamente cómodo para actividades al aire libre. Vale la pena mencionar que los inviernos en Greenland son duros y extremadamente fríos, con pocas horas de luz diurna. Viajar durante este tiempo es más adecuado para aquellos que buscan experiencias invernales únicas, como presenciar las Luces del Norte o participar en deportes de invierno como el mushing y el esquí. Planificar tu visita a Greenland durante el verano garantiza condiciones climáticas más favorables, acceso a una amplia gama de actividades y la oportunidad de presenciar la notable belleza natural del paisaje ártico.