El mejor momento para viajar a Djibouti, un país ubicado en el Cuerno de África, es durante los meses más frescos de noviembre a febrero. Este período ofrece temperaturas más suaves y condiciones más cómodas para explorar los paisajes únicos y las atracciones culturales del país. Djibouti es conocido por sus impresionantes características naturales, que incluyen los paisajes de otro mundo del Lago Assal, el impresionante volcán Ardoukoba y las hermosas playas a lo largo de la costa del Mar Rojo. Durante los meses más frescos, puedes disfrutar de actividades como el snorkel, el buceo y visitar parques nacionales como el Parque Nacional Day Forest. Las temperaturas promedio oscilan entre 25-30°C (77-86°F), lo que proporciona un clima cálido y seco para actividades al aire libre. Cabe destacar que Djibouti experimenta temperaturas extremadamente altas durante los meses de verano, con temperaturas que a menudo superan los 40°C (104°F). Esto puede hacer que las actividades al aire libre sean desafiantes e incómodas. Planificar tu visita durante los meses más frescos garantiza condiciones climáticas más agradables y una mayor oportunidad de explorar las maravillas naturales y el patrimonio cultural de Djibouti. En general, visitar Djibouti durante la temporada más fresca ofrece una aventura memorable en un destino único y geográficamente diverso.