La mejor época para viajar a Benín, un país de África Occidental conocido por su rica herencia cultural, es durante la estación seca, que va de noviembre a marzo. Este período ofrece temperaturas agradables, menor humedad y lluvias mínimas, creando condiciones óptimas para explorar los sitios históricos del país, los animados mercados y los festivales tradicionales. Benín alberga la histórica ciudad de Ouidah, conocida por su vínculo con el comercio transatlántico de esclavos, así como los palacios reales de Abomey, un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La estación seca también es ideal para visitar el Parque Nacional Pendjari, donde se pueden avistar elefantes, leones y otros animales salvajes. Las temperaturas promedio oscilan entre 25-32°C, proporcionando un clima cálido para la exploración al aire libre. Es importante tener en cuenta que la temporada de lluvias, de abril a octubre, trae consigo temperaturas más altas, mayor humedad y lluvias ocasionales intensas. Aunque los viajes durante este tiempo son aún posibles, el calor y la lluvia pueden hacer que ciertas actividades sean menos cómodas. Además, algunas carreteras y parques nacionales pueden ser inaccesibles debido a las inundaciones. En general, planificar tu visita a Benín durante la estación seca asegura condiciones climáticas más cómodas y una mayor oportunidad de interactuar con la vibrante cultura y los sitios históricos del país.